La investigación de la Fiscalía sobre el presunto negociado con las tarjetas de combustible de la Policía Nacional apunta a que los responsables del desvío tenían un ejército de playeros en 50 estaciones de servicios que simulaban compras de combustible  y luego les entregaban dinero en efectivo.

 

Se trata de 186 tarjetas expedidas por Petropar mediante un convenio con la Comandancia de la Policía firmado en febrero de este año. Las tarjetas eran libres, debido a que podían ser utilizadas por cualquier vehículo y cualquier persona, ya que eran destinadas a ser usadas en investigaciones de las divisiones de Antisecuestro e Inteligencia, entre otras.

 

"Lo que nosotros presumimos es que estas tarjetas una vez retiradas de Petropar, eran negociadas. Esto quiere decir que estas tarjetas tenían un valor en dinero que eran negociadas a personas aún no identificadas", explicó ayer uno de los fiscales del caso, Aldo Cantero. El investigador señaló que posteriormente las tarjetas llegaban a los playeros, quienes las retenían y las utilizaban al final de sus turnos para simular compras de combustible que en realidad nunca fue a parar a vehículos de la Policía, sino a automóviles de personas que no tenían nada que ver con el negociado.

 

"Venía un particular a realizar una carga de x cantidad de dinero por tanta cantidad de combustible. El cliente no pide ningún tipo de comprobante y no paga con tarjeta de débito o crédito. Entonces ese dinero queda de forma efectiva en manos del playero. Una vez que termina el turno del playero, este raya las tarjetas de la Policía como si fuera que fueron cargadas en un patrullero".

 

En ese sentido, Cantero señaló que aún no se puede determinar si los playeros respondían directamente al suboficial Roberto Osorio, el principal sospechoso del caso, o a otros agentes.

 

La cantidad de playeros involucrados puede ser muy alta, teniendo en cuenta que los tres playeros detenidos en el caso son de un solo servicentro y hay 50 estaciones en la mira de la Fiscalía.

 

EMBLEMAS. Por otro lado, el representante del Ministerio Público señaló que este esquema también perjudicaba a los emblemas, ya que existe un precio diferenciado para el combustible que se vende con estas tarjetas.

 

"Petropar paga menos por el combustible porque es una empresa del Estado. Entonces, al emblema le conviene mucho más que cargue un particular que cargue Petropar", comentó.

 

"De las 186 tarjetas libres, ninguna llegó a destino de las unidades policiales. Se retiraron las tarjetas y nunca se supo más de su destino, lo que sí sabemos es que fueron utilizadas por los playeros", expresó Cantero.