Con esta determinación, el Gobierno busca mejorar aún más las condiciones del plan piloto para acceder a la primera vivienda, establecidas en el Decreto 2282 del 19 de setiembre de 2014.

 

El plan tiene asignado un monto de G. 125.000 millones para financiar la compra o construcción de la primera vivienda, a través de un producto crediticio en el que participan la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) y el sector financiero nacional, en coordinación con el Ministerio de Hacienda y el Banco Central del Paraguay, a tasas fijas de entre 7,5% y 9%, hasta a 20 años de plazo.

 

Este fondo será destinado exclusivamente a la construcción y adquisición de viviendas, con lo que se pretende además dar impulso a la economía, con la consecuente formalización de la misma. En el decreto se recuerda que para la creación y vigencia de los impuestos se tendrá en cuenta la capacidad contributiva de los habitantes y las condiciones generales de la economía del país. El destino de este fondo es para planes de vivienda de interés social.

 

Los bancos, financieras y cooperativas que trabajan como intermediarios entre la AFD y los prestatarios están a la espera de las primeras carpetas de los interesados en utilizar el crédito.

 

MODELO EXITOSO. La propuesta Primera Vivienda, con las ventajas para acceder a préstamos a tasa fija, a 20 años de plazo, apunta a desarrollar en Paraguay modelos exitosos aplicados en países de la región, como Uruguay, Perú y Chile, para resolver el problema de acceso a la vivienda propia para personas de nivel medio y bajo, con ingresos familiares de entre 3 y 5 salarios mínimos.

 

Víctor González Acosta, presidente de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios, comentó que la propuesta que desarrolla el sector privado con el Gobierno tiene como base realizar modificaciones de reglamento administrativo de las instituciones para instalar el tema, en vez de otorgar subsidios.

 

Sugirió apuntar a un plan que promueva el desarrollo integral en los barrios y que en principio habría que instalarlo en los lugares que ya tienen todos los servicios o en lugares cercanos a los centros de trabajo, donde están las instituciones públicas.