Las casas comerciales del rubro de electrodomésticos se mostraron en contra de que el Banco Central se inmiscuya en su actividad, teniendo en cuenta la intención de la banca matriz de modificar su Carta Orgánica, de manera que tenga más espacio para supervisar operaciones de financiamiento.

 

Las casas de crédito también estarían en la mira del ente, que busca dar mayor flexibilidad a la ley para que pueda tomar más acciones tendientes a velar por la estabilidad macroeconómica y del sistema financiero.

 

Esto podría significar mayor control hacia el comportamiento de las entidades no reguladas como los casos mencionados; aunque por ser una economía libre, cuestiones como precios y tasas de interés no deberían ser limitadas.

 

"El Directorio del Banco Central del Paraguay, previo dictamen de la Superintendencia de Bancos, por resolución fundada, tendrá la facultad de incluir como sujetos de esta ley a personas no específicamente comprendidas en ella, en función a la importancia o el volumen de sus operaciones, o su incidencia en la política monetaria, crediticia o cambiaria o su importancia para el funcionamiento eficaz del sistema financiero", apunta la propuesta de modificación de la Carta Orgánica del BCP a ser presentada por la institución.

 

Incluso, de aprobarse la ley, permitirá al Banco Central determinar las condiciones de participación de esas personas físicas o jurídicas, los requisitos de permanencia, suspensión temporal y exclusión del sistema regulado, así como las sanciones pertinentes.

 

El economista Luis Saguier refirió que el BCP no debería entrar a supervisar este tipo de actividades, teniendo en cuenta que su rol más importante es la verificación del sistema financiero y que existen otros sectores, como el cooperativo, que tiene una participación más importante en la economía.

 

"Si el BCP quiere controlar a todos los que dan crédito, deberá controlar hasta a las personas que venden empanadas, a las despensas y a otros miles de negocios. Esto es inviable", apuntó el también directivo de la empresa Electrofácil.

 

Por su parte, el propietario de Tupi SA, Miguel Riveros, consideró inapropiada la participación del Banco Central en este sector, y refirió que no fueron consultados ni informados sobre esta posibilidad que abriría el ente monetario central, con la modificación concretamente del artículo 3 de la Carta Orgánica. "No pueden intervenir el mercado, porque el cliente pone las reglas, él es el que opta en qué casa comercial va a comprar, y elige por precio y calidad de servicios", apuntó el empresario.