Lourdes Zelaya, jefa del departamento de Salud Mental del Hospital Pediátrico Acosta Ñu, mencionó algunas de las consecuencias graves que podrían sufrir aquellos adultos que sufrieron de maltratos en su niñez y adolescencia.

 

Entre otras cosas, habló sobre intentos de suicidio, estrés postraumático, psicosis, problemas de personalidad, trastornos disociativos, ansiedad, depresión, abuso de sustancias tóxicas y alcohol.

 

También podría generar promiscuidad, prostitución, mala elección de parejas y embarazo precoz. A esta lista se suman las disfunciones sexuales como impotencia, frigidez y aversiones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

La profesional médica mencionó que el 20% de los adultos violentados durante la primera etapa de vida replican los episodios de violencia contra sus hijos.

 

Al llegar a la edad adulta, los que fueron niños maltratados pueden también tener problemas con sus roles parentales y son incapaces de proteger a sus hijos, lamentó Zelaya.

 

“Por eso vemos tanto abuso sexual en hijos de madres que fueron también abusadas”, comentó. Al respecto, agregó en conferencia de prensa: “La violencia afecta a todos, está más cerca de lo que creemos, es parte de nuestras vidas y tenemos que adoptar esfuerzos para luchar contra ello”.

 

Tipos de maltrato

 

El maltrato infantil engloba todos los tipos como el físico, psicológico, abuso sexual y violencia intrafamiliar.

 

Dentro de estos casos también se tiene en cuenta la desatención por parte de los padres o encargados, y la explotación comercial de todas las personas menores de 18 años.

 

En la niñez, estos factores atentan directamente contra el desarrollo, la dignidad y pone en peligro la supervivencia del niño, niña o adolescente en un contexto de relación de confianza-poder con los adultos.